Durante 18 meses, el Dr. Mitchell y sus colaboradores siguieron el curso de 323 residentes de 22 hogares de ancianos con demencia avanzada. Estos pacientes presentaban un déficit de memoria profunda, no podían reconocer a los miembros de su propia familia, hablaban menos de 6 palabras, iban en silla de ruedas y eran incontinentes. En este periodo de tiempo el 55% de ellos murieron, el 53% presentó fiebre, el 41% neumonía y el 86% desarrollaron problemas de alimentación. Síntomas molestos, como la disnea (46%) y el dolor (39%), también eran comunes. En los 90 días previos a morir, casi el 41% de los pacientes había sido intervenido clínicamente de algo importante y había sido hospitalizado, había visitado urgencias o se le había proporcionado alimentación por vía parenteral.
Los autores destacan la importancia de mejorar la comunicación con los familiares de estos pacientes sobre las complicaciones y el mal pronóstico de este tipo de intervenciones. Además, es importante mejorar los cuidados paliativos.
[N Engl J Med 2009; 361: 1529-1538]
Mitchell SL, Teno JM, Kiely DK, Shaffer ML, Jones RN, Prigerson HG, et al.
Mitchell SL, Teno JM, Kiely DK, Shaffer ML, Jones RN, Prigerson HG, et al.
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