Si admitimos que el sistema nervioso está compuesto básicamente por una porción aferente, una integradora y otra eferente, sin duda la más accesible para el observador externo es esta última.
La llamada vía piramidal (VP) o corticospinal, la vía eferente por excelencia, es una de las rutas neuroanatómicas más conocidas. También es una de las vías que con mayor frecuencia se lesiona en los pacientes neurológicos, de modo que la expresión ‘síndrome piramidal’ constituye una de las más extendidas en la práctica clínica. Sin embargo, existen muchas ideas equivocadas acerca de la VP, algunas de ellas como legado de los textos clásicos de anatomía y fisiología del sistema nervioso. A lo largo del último siglo se han descubierto diversos detalles morfológicos y funcionales de este y otros fascículos nerviosos, pero tales investigaciones no siempre han alcanzado su plena difusión. Dado que la VP es una de las principales vías nerviosas, no está de más hacer unas cuantas reflexiones sobre algunos aspectos de la misma que, al menos en algunos casos, pueden resutar novedosos.
Esa esa la VIA SENSITIVA!!! no piramidal :s
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