20 de octubre de 2009
El consumo ligero de vino tinto, previa supervisión médica, aporta beneficios en enfermos de fibromialgia, según una tesis realizada por investigadores de la Universidad de Extremadura (UEx), que ha desvelado los efectos positivos que tiene la ingesta en pequeñas dosis de vino tinto para esta enfermedad.
Según informa la UEx, la directora de la tesis, María Victoria González López-Arza, explica que el estudio se ha llevado a acabo con "80 mujeres afectadas por esta enfermedad" y ha demostrado que "40 de ellas mejoraron los síntomas tras someterse voluntariamente a este proyecto e ingerir durante cuatro semanas, 105 gramos de alcohol semanales procedente de vino tinto".
Los enfermos pudieron apreciar una disminución "muy significativa" de los puntos sensibles al dolor y los estados de tristeza. Además "mejoraron" los niveles de ansiedad y depresión. Asimismo, destaca que "numerosos" estudios médicos avalan en las últimas décadas los efectos beneficiosos que el consumo responsable y moderado de vino tinto tiene en el organismo. Los polifenoles, uno de los componentes que podemos encontrar en esta bebida, son los responsables de este aporte beneficioso, pero hasta ahora no se había demostrado que tuviese efectos positivos en estos pacientes.
Sobre la fibromialgia, la universidad extremeña explicó que es un proceso reumático crónico, con dolor intenso generalizado y persistente al que hay que añadir alteraciones en el sueño, ansiedad y depresión, y que afecta entre el 2 y el 4 por ciento de la población mundial, y en el 80 por ciento de los casos a mujeres. La tesis que desvelado los efectos positivos de la ingesta en pequeñas dosis de vino tinto para esta enfermedad se llevó a cabo en el Departamento de Enfermería de la UEx y ha sido realizada por expertos pertenecientes al grupo de investigación de la UEx Adolor entre los que se incluye el autor de la tesis, José Vicente Triviño Palomo, licenciado en Enología, y el codirector de la tesis, Juan Diego Pedrera Zamorano.
El grupo de investigación Adolor está especializado en el manejo del dolor crónico benigno con medidas no farmacológicas; fundamentalmente la fisioterapia, acupuntura, y en este caso el vino, considerado como elemento incluido en la dieta mediterránea.
Fuente: Europa Press
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