Parece disparatada esta afirmación, pero un extenso reportaje de Jonah Lehrer -autor del libro How we decide (¿Cómo decidimos?)- revela que dicha enfermedad podría significar una ventaja evolutiva. A simple vista, la depresión dista de ser benéfica: provoca que el paciente considere el suicidio o que tenga un interés menor en el sexo, actitudes que desalientan la supervivencia de la especie. Sin embargo, los psicólogos Andy Thomson y Paul Andrews se han atrevido a teorizar sobre las ventajas de la depresión.
De acuerdo con su investigación, la depresión podría servir para incrementar ciertas habilidades mentales. Dado que la tristeza enfoca la atención del cerebro en el conflicto, podría servir para equipar mejor al individuo en la toma de decisiones acertadas. Muchos estudios han señalado un incremento en la actividad cerebral durante la depresión en la corteza prefrontal ventrolateral, un área encargada de la atención de la persona. Una de las hipótesis es que la alta actividad en esta zona conlleva a la meditación, permitiendo al cerebro mantenerse enfocado en su problema.
Andrews y Thomson afirman que el estado de decaimiento y la activación del área específica de la corteza corresponden a un sistema coordinado. Es decir, sin la depresión -una reacción de estrés y trauma combinada con meditaciones interminables- seríamos menos capaces de resolver nuestros predicamentos. Joe Forgas, un psicólogo social de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, ha demostrado en experimentos que los estados de ánimo negativos llevan a mejores decisiones en situaciones complejas. En uno de sus experimentos, Forgas ha encontrado que los sujetos melancólicos son mejores juzgando la exactitud de los rumores y recordando eventos pasados.
Sin embargo, no todos coinciden con esta explicación. Ed Hagen, un antropólogo de la Universidad Estatal de Washington considera que aunque la hipótesis de la meditación analítica le convence en ciertos aspectos, no alcanza a explicar de fondo qué causa la depresión. “Individuos con depresiones profundas a menudo no se asean, bañan o incluso no usan el inodoro”, comenta Hagen. Para el antropólogo, el detrimento físico y reproductivo causado por una depresión profunda es un costo muy alto por “mayor tiempo para pensar”.
¿Podría ser que la depresión tenga consecuencias positivas para la creatividad? En una encuesta de la neurocientífica Nancy Andreasen, 30 integrantes de un taller de escritura en Iowa fueron entrevistados sobre su historia mental. 80% de los escritores fueron diagnosticados con algún tipo de depresión. Otro estudio biográfico sobre artistas y escritores británicos, realizado por el profesor Kay Redfield Jamison de la Universidad Johns Hopkins, arrojó que los individuos existosos son ocho veces más propensos que la población general a sufrir de depresiones profundas. Parece que la figura del artista melancólico no es únicamente un estereotipo social.
Buenas nuevas para los deprimidos del mundo, quienes podrían gozar de una ventaja evolutiva que mejora su desempeño mental. ¿Quién sabe? Quizá al saber de los beneficios de su depresión, paradójicamente, se reanimen un poco
buuuuuuuu no lo creo!!!!!!!!!!!!!!!! =(
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