Con el nombre de epidural se llama comúnmente a un tipo de anestesia local que se introduce precisamente el en área epidural con el fin de obstaculizar las terminaciones nerviosas en su salida a la médula.
Es un tipo de anestesia muy solicitado por las mujeres que van a ser sometidas a un parto, ya que ayuda a aliviar en gran medida el dolor del cuerpo durante el parto desde el ombligo hacia abajo. Gracias al efecto que produce la epidural, la mujer tiene la oportunidad de estar totalmente conciente en el momento del alumbramiento, sin dejar de mencionar que la experiencia resulta mucho menos dolorosa y en algunos casos hasta cómoda.
Otro punto a favor para este tipo de anestesia se ha establecido recientemente, gracias a un estudio llevado a cabo por la Universidad australiana de Sydney. Dicha investigación determinó que utilizar la epidural durante el parto puede ser realmente beneficioso en lo que respecta a prevenir problemas de incontinencia urinaria femenina.
Dichos inconvenientes generalmente están estrechamente relacionados con los efectos de la dilatación del músculo elevador del ano, el cual al dañarse puede generar un prolapso del órgano pélvico, o lo que es lo mismo, el desprendimiento del útero y vejiga.
El estudio se publicó en el “British Journal of Obstetrics and Gynaecology”, y se llevó a cabo gracias a la colaboración de 488 mujeres embarazadas de más de 18 años, quienes fueron sometidas a un parto natural.
Gracias a este análisis los científicos australianos pudieron determinar que aquellas mujeres que utilizaron la epidural presentaron en menor medida problemas de incontinencia, mientras que las que usaron ventosas y fórceps tenían mayor posibilidad de padecer una distensión muscular en el suelo pélvico.
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