La rodilla es una de las articulaciones más comúnmente afectadas por esta enfermedad.
La osteoartritis afecta el cartílago articular en la rodilla. El cartílago articular es el revestimiento liso que cubre la superficie de los huesos en el interior. En la osteoartritis el cartílago articular se empieza a degradar. Con el tiempo se comienzan a formar finas grietas. Los pedazos de cartílago pueden desprenderse y flotar dentro de la rodilla. Tras un largo período de tiempo el cartílago puede llegar a ser completamente "desgastado" y los huesos empiezan a frotarse entre ellos.
La osteoartritis usualmente ocurre en forma lenta y da lugar a dolor de rodilla, rigidez y / o inflamación. A veces un sonido chirriante se puede escuchar cuando la rodilla está doblada o a movimientos tales como subir o bajar escaleras o al ponerse en cuclillas. Los bultos o nódulos pueden aparecer alrededor de la articulación de la rodilla. A veces se puede tener una cantidad moderada de osteoartritis y se siente perfectamente bien.
La mayoría de los tipos de tratamiento para esta enfermedad dan mejores resultados cuando el trabajo comienza temprano, antes de que haya un montón de "desgaste" en la rodilla. Por esta razón el establecimiento de un diagnóstico correcto es muy importante. En algunos casos la osteoartritis de la rodilla puede ser diagnosticada con base en la historia clínica y la exploración física de la articulación afectada. Una radiografía puede ser indicada para poder determinar la cantidad de daño en las articulaciones. A veces los análisis de sangre se realizan para distinguir entre diferentes los tipos de artritis.
Nadie sabe con seguridad qué causa la osteoartritis, pero algunos factores de riesgo incluyen:
* Lesión en la rodilla desgarro de menisco, lesión del ligamento.
* Antecedentes familiares de osteoartritis.
* Exceso de peso.
* Daño en la rodilla de otro tipo de artritis.
* Aumento de la edad.
Mucho se puede hacer para ayudar a las personas que tienen osteoartritis en la rodilla. El objetivo del tratamiento es reducir el dolor, controlar la inflamación y mantener o mejorar la movilidad, pero desafortunadamente no existe una cura conocida para la enfermedad.
Toda rodilla con artrosis es diferente, y debe haber un enfoque especifico para el tratamiento. Algunos tratamientos incluyen ejercicios, medicamentos, educación sobre la modificación de la actividad, pérdida de peso, terapia de calor y frío, técnicas para la protección de las articulaciones, inyecciones y en algunos casos, cirugía. Los médicos y los fisioterapeutas que tratan con personas que tienen osteoartritis pueden ayudar a formar un programa de tratamiento adecuado.
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